El alquiler de una instalación solar funciona de forma muy similar a la compra a plazos. Usted paga una cantidad mensual fija y, al final del periodo de alquiler, todo el sistema es suyo. Lo mejor de todo: la planificación, la instalación, el servicio y el mantenimiento ya están cubiertos por el "alquiler".
La duración del contrato es de 25 años. Durante ese tiempo, sólo pagas una cuota mensual. Nada más. La planificación del sistema fotovoltaico, el material y la instalación están incluidos en el alquiler. No hay pago inicial ni IVA en la entrega y la instalación. La ventaja especial del modelo de alquiler es que cualquier trabajo de mantenimiento, reparación e incluso la sustitución de dispositivos -como inversores o unidades de almacenamiento- también están incluidos durante todo el plazo. Al igual que el paquete completo y sin preocupaciones para su sistema de nuestros expertos, que siempre están a su disposición para ofrecerle ayuda y asesoramiento. Así no tendrá que preocuparse de nada durante 25 años. Y todo ello con unos costes de alquiler constantes, independientemente de la evolución de los precios de la electricidad y del aumento de la inflación.
Después de 25 años, el sistema es suyo. Sin embargo, a partir del décimo año, tiene la opción de comprarnos el sistema por su valor residual. También se beneficia de la remuneración EEG: cada kilovatio hora de electricidad no consumido se vierte automáticamente a la red eléctrica. A cambio, usted recibe la tasa de remuneración estipulada legalmente.
